Novena al Beato Carlos de Austria: Día Segundo

Posted by: Juan Sobiesky

Carlos I de Austria 08

Día Segundo
Rezar la Oración para todos los días.
Un Emperador devoto del Sagrado Corazón de Jesús
“Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestros corazones semejantes al Vuestro.”
El 2 de octubre de 1918, el Beato Emperador Carlos se consagró y consagró a su familia al Sagrado Corazón de Jesús.
Por medio de su sufrimiento por ser juzgado erróneamente, difamado y perseguido; su deseo de sacrificar su vida por su pueblo; su exilio; y por medio de su dolorosa y mortal enfermedad, el Emperador Carlos permitió que su corazón se formara en unión con el Sagrado Corazón de Jesús.
Aún en el exilio y la enfermedad el Emperador asumió de corazón y con seriedad sus deberes como monarca y padre. Debido a su enfermedad, la Emperatriz Zita le leía los periódicos, pero ella sentía que los artículos le perturbaban y le preocupaban demasiado. Ella le rogó que no le pidiese que le leyera, ya que no era bueno para su salud; pero el Emperador le replicó: “Es mi deber estar informado, no mi placer. Por favor, lee.”

Su devoción al Sagrado Corazón de Jesús fortaleció al Emperador durante su dolorosa enfermedad. En su lecho de muerte le dijo a la Condesa Mensdorff: “Es tan bueno tener fe en el Sagrado Corazón de Jesús. Sin ella las dificultades serían imposible de sobrellevar.”

El Beato Carlos guardo durante su vida una imagen del Sagrado Corazón debajo de su almohada y también durante su enfermedad mortal. Una vez, la Emperatriz Zita deseaba que alcanzara su tan necesitado descanso; sacó la imagen que estaba debajo de la almohada y la sostuvo delante de los ojos del Emperador. Ella decía que era absolutamente necesario que él durmiese y que él debería pedírselo al Señor. Él miró fijamente la imagen y rogándole devotamente le dijo: “Queridísimo Salvador, por favor, concédeme el dormir”. Luego pudo dormirse y descansó durante tres horas que tanto necesitaba.

Oración
Mi Dios y Señor, de acuerdo al maravilloso ejemplo de Tu servidor el Emperador Carlos, yo también deseo consagrarme a tu Sacratísimo Corazón. Escucha mi petición y concédela (mencione su intención aquí) por intercesión del Beato Emperador Carlos de Austria. Amén
(Ave María. Padre Nuestro. Gloria.)
Rezar la Oración Conclusiva para cada día.